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  • Foto del escritorLeón Irizarry

El Archipéilago

Actualizado: 30 abr 2021

El pasado 30 de marzo, muchos nos reunimos para darle seguimiento a la protesta que comenzaron nuestros compatriotas de Culebra para tener un sistema de transporte digno. Luego de esta fecha vimos diferentes grupos políticos refiriéndose al tema, prometiendo un compromiso con el pueblo. A nosotros nos surgió la oportunidad de visitar nuestra isla hermana para ver la realidad y escuchar al pueblo. Este será el comienzo de una serie de artículos que publicaremos sobre lo que aprendimos para darle luz a este problema de décadas, que como puertorriqueños nos hemos colgado en compatriotismo.

Para dar perspectiva hay que estar conciente que este problema no es nuevo pero de décadas, también que la meta principal siempre ha sido y será sacar a la gente de Culebra y vender lotes a extranjeros por ganancias que irán a los bolsillos de los corruptos. La gentrificación, lo mismo que ha pasado con Rincón por dar un ejemplo, recuerda que el segundo generador de ingresos en la isla son las buenas raíces. Ya se intentó poner una base militar y practicar tiro con bombas para que la gente se fuera por su “cuenta”, pero los sacamos a ellos. Ahora el plan es: primero dar un servicio público mediocre, así comienza la incomodidad y la dureza que ha sembrado la idea de irse para muchos. Así se demuestra que una opción viable es la privatización. Vender el capital y los recursos del pueblo a un extranjero o amigo para mayormente lucrarse.

La gran movida en los últimos años fue mover el terminal de las lanchas del pueblo de Fajardo para Ceiba. Lo que no hizo ningún sentido ante el pueblo. Hace tres años nuestros hermanos de Vieques y Culebra llegaban a Fajardo, de inmediato se encontraban con un poblado lleno de negocios y transportación disponible para llenar sus necesidades. Esta situación mantenía una economía en Fajardo y le facilitaba la vida a los que venían de las islas hermanas. Visitamos a este pueblo frente al mar, discutimos el tema con unos dones jugando dominó y estos estaban muy consciente de la situación. Conocían los nombres de los vendepatrias y el plan final de vender a nuestro archipiélago entero al mejor apostador. Incluso nos comentaron que la lancha que aún queda en el terminal de Fajardo ya no tiene motor. Parece que hay mayor demanda por los motores. Así que dejaron miles de dólares del pueblo como chatarra en el océano esperando que su naturaleza tome su lugar. De hecho, la documentación de nuestro compatriota Angelo Arroyo confirma estos hechos. Ya existen planes futuros para el terminal, la privatización. No estamos seguro si será un amigo de Johny Mendez o la compañía Bacalia pero al menos que luchemos, ese terminal no será del pueblo. Para los que no conocen Bacalia es un grupo de inversionistas, cuyo dueño es un italiano que vive en Panamá (nada que ver con Puerto Rico). Estos se dedican a crear marinas y sistemas hidropónicos. Aquí se dedican a las marinas, yates y botes lujosos que guardan y mantienen. Esta compañía tiene lazos muy cercanos a la compañía de turismo e incluso se promocionan juntos.

Ahora el terminal está en la antigua base naval de Roosevelt Roads en Ceiba. Podemos comenzar con que justo después de Maria, la administración de Donald Trump cedió fondos de $4.5 millones para el desarrollo de lo se ha nombrado Roosevelt Roads Waterfront. Se trata de un plan de desarrollo que se formuló en el 2014, el cual habla de campos de golf y centros de investigación. Esto también tiene cosas como crear poblado y tiendas que usarán los viequenses y culebrenses pero me pregunto quienes serán los dueños de estas tiendas. Recordemos que en Fajardo, le comprabamos al puertorriqueno pero en Ceiba estoy seguro que un extranjero por Ley 20 estará recibiendo las ganancias de nuestro comercio. La realidad es que todavía en el 2021 no vemos rastro de este desarrollo. De la entrada al terminal son diez minutos en carro, aproximadamente cuarenta y cinco a una hora caminando. Por esto no le hizo sentido al pueblo que movieran el terminal pero con el plan de desarrollo explicado todo cae en lugar. Recuerda que la meta es la privatización del sistema y la gentrificación del archipiélago. Por eso ahora hay un guardia de seguridad privada para entrar a Roosevelt Roads. Ahora, los hermanos de las islas tienen que planificar aún más la transportación ya en Puerto Rico, cuando antes habían taxis disponibles en el muelle. Haciendo este viaje necesario, tedioso y más costoso. Antes el estacionamiento era gratis, ahora cuesta casi el doble de lo cuesta la tarifa del ferry en sí, algo ridículo ya que esta propiedad es pública o al menos lo era.

Actualmente está sirviendo dos tipos de lanchas; de Autoridad de Transporte Marítimo (público) y Puerto Rico Fast Ferries (privado). Así que ya comenzó la privatización. Hablando con empleados de la misma compañía nos contaron que muchas veces se hacían viajes de pasajeros innecesarios, donde se gastaba más en el diesel que lo que generaban los boletos. Pero supuestamente se acaban los boletos. Cuando fuimos a Culebra, el ferry tenía una capacidad de 330, dividido al 50% por el Covid es alrededor de 160 pero solo viajamos 79. De 240-250 galones de diesel en viajes de ida y vuelta. El gobierno está escogiendo esto en vez de proveer transporte de carga digno, prefieren que viajan turistas o locales que quieren disfrutar pero limitan a los residentes. Muchos de los empleados de esta nueva compañía trabajaban bajo la ATM pero al ser contratados como empleados de otra compañía entran bajo la Reforma Laboral del 2017. Como sabemos los derechos y beneficios de esta reforma son casi inexistentes.

Esta historia es larga y la situación compleja, pero poco a poco seguiremos dándole luz a la realidad. La Juventud Nacional está comprometida con el pueblo y nuestros hermanos de las otras partes del archipiélago. Haremos todo en nuestro poder para hacer esto el frente de crear Patria y la lucha por Puerto Rico.


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